Hoy te escribo con una anécdota de algo que me decía mi mamá y que siempre me ha hecho pensar en cómo ciertas cosas que nos dijeron -o aún nos dicen- nuestros padres afectan nuestra mentalidad y la forma en la que vemos el mundo.
Desde que mi mamá conoció a mi esposo le fascinó, lo encontró un tipo fantástico. Siempre que íbamos a Puerto Rico o ella venía a Panamá, mi mamá lo llenaba de atenciones y palabras de admiración. Lo quería muchísimo y siempre se lo dejó saber. El problema es que, su amor por él también se traducía en cierto reclamo hacia mi. Me decía ”tienes que darle gracias a Dios, DE RODILLAS, todos los días por el hombre tan maravilloso que te ha tocado” o ”Yo no sé cómo tuviste tanta suerte que te tocara un hombre como David”. Esto me lo repetía muchísimo, pero un día ya no lo vi como un chiste, o una forma de expresar su amor por él. Lo vi como una advertencia de algo que me había tocado pero que no ‘merecía’. Tuve la valentía de decírselo, medio en broma y medio en serio, pero eso solo la llevó a insistir más en mi buena fortuna, la cual debía cuidar y agradecer siempre….y DE RODILLAS.
Esa experiencia me llevó a identificar otras situaciones de mi vida que me desconectaron de la sensación de merecimiento. ¿Por qué no me sentía merecedora de amor, respeto, amistades fantásticas o de abundancia económica? Lo vi con claridad: en mi familia siempre imperó el esfuerzo. Me decían frases como: ”estudia para que seas alguien”, ”hay que trabajar duro para prosperar en la vida”, ”el dinero no crece en los árboles” o ”hay que conformarse con lo que uno tiene”. Todas estas frases, y algunas más, sembraron en mí la idea de que no era digna de tener cosas buenas así por que sí, si no que tenía que esforzarme MUCHO por ellas, o simplemente conformarme con lo que había.
¿Te pasa esto a ti también? ¿A veces no te sientes MERECEDORA de tener cosas buenas, de disfrutar, de vivir en abundancia? Si, como yo, fuiste criada en la cultura del esfuerzo, posiblemente tengas que trabajar en sentirte merecedora.
Quizás, inconscientemente sientas que:
- No mereces un trabajo mejor.
- No mereces una pareja que te haga feliz.
- No mereces amigos con los que la pases bien.
- No mereces una vida tranquila; tienes que hacer y hacer…
- No mereces descansar y no hacer nada.
- No mereces disfrutar de tu tiempo libre.
¿Te sientes así? ¿Afirmaste con la cabeza a más de una de estas preguntas? ¿Se te apretó el pecho al pensar en esto? No te preocupes; puedes cambiar tu mentalidad y sentirte merecedora de todo lo que sueñas y deseas, te lo aseguro, pero no es magia, hay que DECIDIR hacer el cambio de mentalidad:
El primer paso es tomar conciencia de que te mereces lo mejor, simplemente por existir. ¡Si, te mereces lo mejor! Por eso, empieza a comportarte como merecedora. Pregúntate:
- ¿Qué haría diferente ahora que sé que merezco lo mejor? ¿Qué me quiero conceder?
- ¿Qué me regalaría?
- ¿A qué le dirías que “sí”? ¿A qué le dirías que “no”?
- ¿Qué cambiaría en mi vida, hoy mismo, ahora que sé que merezco lo mejor: mi casa, mi trabajo, mis amistades…?
Otro ejercicio para cambiar tu mindset a uno de merecimiento es llevar un diario de gratitud. Anotar cada noche todo aquello que recibiste y que llenó tu vida de placer te dejará ver que muchas de esas cosas no requirieron esfuerzo, como el aire que respiras, el sol que te calienta o la brisa que te acaricia la cara. Todo es providencia.
Otra cosa que te puedo recomendar es usar la aromaterapia clínica en combinación con el breathwork o la respiración consciente. Prepara esta mezcla en un roller para aceites esenciales, añadiendo además aceite de coco fraccionado:
- 8 gotas de aceite esencial de Bergamota
- 2 gotas de aceite esencial de Cassia
- 5 gotas de aceite esencial de Helicriso
Aplica la mezcla tópicamente sobre tu corazón, tu plexo solar (justo encima de tu ombligo) y tus puntos de pulso. Mientras lo haces repite las siguientes afirmaciones:
- Aunque a veces lo dudo, elijo recordar que, de hecho, soy suficiente.
- Enseño a otros cómo honrarme y respetarme, por cómo me honro y me respeto a mí misma
- Aunque me han enseñado lo contrario, soy digna y merecedora de más de lo que he estado aceptando.
Si quieres trabajar en tu mentalidad de merecimiento o quieres empezar a manifestar en grande todo eso que deseas crear para tu vida, te invito a que coordines una llamada exploratoria conmigo totalmente gratis. Hablemos de tus necesidades y de cómo el coaching creativo holístico te puede ayudar, ¿te parece? Ah, y si quieres adquirir aceites esenciales, avísame, te ayudo a obtenerlos. Definitivamente son un gran aliado en nuestro proceso de transformación personal.
Como siempre, espero que este correo te resulte útil y provechoso. No dejes de enviarme tus comentarios a soyjess@jesspazos.com