Cuéntame algo: ¿tu niña buena interna gobierna tu vida? ¿Es ella quien toma las decisiones de tus asuntos y te dice qué puedes y qué no puedes hacer? ¿Es ella la que dice que sí a todos esos compromisos que no quieres aceptar? ¿Se mantiene callada para no crear disrupción…porque aprendió que ‘calladita se ve más bonita’?
Si, esto te sucede, no estás solas. Conozco muchísimas mujeres que se sienten atrapadas en el rol de la niña buena que aprendieron en su infancia. Pero, ¿qué es en realidad este síndrome de la niña buena y por qué es importante que lo superes para que puedas CREAR la vida que quieres? Aquí te explico:
El síndrome de la niña buena es aquel que se da principalmente en mujeres que dan más importancia a los deseos y necesidades de los demás que a los suyos propios. Suelen ser personas que han sido educadas con muchísima bondad pero a quienes les ha faltado aprender a defenderse, vocalizar sus necesidades, o incluso a cuidarse a sí mismas. Por ello terminan idealizando a otras personas (pareja, amistades, colegas, jefes, amigas…) e intentando satisfacer los deseos o expectativas de esas personas, pensando -o auto engañándose- de que, si lo hacen, conseguirán su felicidad. Son mujeres que sienten que para ser ‘amadas’ tienes que ser buenas o tienen que complacer a los demás. Se les hace dificilísimo decir no, aunque esto represente un enorme sacrificio o incluso poner en riesgo su salud mental o física.
Algunas de las emociones que suele sentir la mujer que padece del síndrome de la niña buena son la ansiedad y la culpa. La ansiedad viene de la necesidad de satisfacer las necesidades y expectativas de todos, mientras que la culpa viene de la sensación de no estar viviendo al nivel que se espera de ella. Suelen ser perfeccionistas y altamente auto críticas.
¿Padeces del síndrome de la niña buena?
Si sientes que padeces del síndrome de la niña buena hay varias cosas que puedes hacer para reprogramar tu mente y empezar a vivir como la mujer libre y creativa que eres. Aquí te doy algunas herramientas:
1. Acepta con gratitud que estás atrapada en la dinámica de la niña buena: ver con agradecimiento que has identificado algo que puedes mejorar en tu vida eleva tu energía y te da esperanza.
2. Haz una lista de evidencias: anota las veces en que te has fallado a ti por complacer a otros. Por ejemplo: compromisos a los que dijiste sí solo por quedar bien, u ocasiones en las que te quedaste callada por no crear disrupción.
3. Cambia el libreto: agarra la misma lista de evidencia y anota cómo actuarías en lo siguiente siendo la mujer libre y creativa que eres. Si anotaste ”acepté ir a una fiesta familiar a la que no quería ir por no quedar mal con mi esposo”, procede a escribir cómo actuarías desde la libertad creativa: ”cuando no quiera ir a una fiesta familiar le diré a mi esposo que no me apetece y que, para cuidar mi salud mental, prefiero que vaya solo”.
4. Visualízate actuando como una mujer libre y creativa: lee el libreto que escribiste, cierra tus ojos e imagina alguna escena. Identifica cómo te sientes diciendo no, o actuando desde tu verdadera esencia. Conecta con esa emoción y comprométete contigo misma. Esto toma tiempo y práctica. Al principio, por tu programación e historia, es posible que sigas sintiendo culpa, pero en la medida que te conectes con TUS necesidades, se te hará más y más fácil.
5. ¡Practica!: empieza a hacer cosas que te gustan a ti, no las que ‘debes hacer’ por compromiso o expectativa de tu rol. Habla abiertamente sobre lo que sientes, necesitas y esperas. Practica escribiéndolo primero en un diario hasta que sientas la confianza que necesitas para expresarte abiertamente sobre tus necesidades.
Te cuento que, en lo siguiente, mi plan es compartirte un artículo como este todos los martes con información y herramientas para elevar tu autoconfianza, rescatar tu energía femenina y elevar tu creatividad, todo desde una perspectiva holística. Por eso también acompañaré el mensaje con algunas recomendaciones de meditación, aromaterapia y algunas otras terapias alternativas basadas en la psicología energética y la ciencia.
Las tres herramientas que te quiero regalar hoy para trabajar con el síndrome de la niña buena son:
1. Aromaterapia: coloca una o dos gotas aceite esencial de Ylang Ylang, diluidas en un poco de aceite de coco fraccionado u otro aceite base, en tu corazón. El aroma del Ylang Ylang nos ayuda a sanar traumas emocionales, nutriendo el corazón en el proceso. Este aroma activa memorias que han quedado guardadas en el interior para que podamos procesarlas y sanarlas. Si quieres saber cómo conseguir y usar este aceite, ¡escríbeme!
2. Visualización creativa: cierra los ojos y visualiza una luz amarilla saliendo del centro de tu cuerpo, de la boca del estómago. un poco más arriba de tu ombligo. Imagina cómo la luz amarilla se expande por todo tu espacio, llenándote de luz y poder personal. Haz esta visualización respirando pausadamente durante tres minutos mínimo, dos veces al día.
3. Conversación interna: Vigila cómo te estás hablando a ti misma. En lugar de decirte: “No puedo manejar esto” o “Esto es imposible”, intenta recordarte a ti misma que “Tú puedes hacerlo” o “Todo lo que tengo que hacer es intentarlo”. En lugar de decirte “no puedo hacer nada bien” cuando cometes un error o no cumples tus expectativas, recuérdate “puedo hacerlo mejor la próxima vez” o “al menos aprendí algo”.
Espero que este artículo te haya resultado útil e interesante. Si es así, envíame un email a soyjess@jesspazos.com y déjame saber tu opinión. También recuerda que podemos trabajar juntas en aquellas cosas que están limitando tu creatividad por medio del coaching creativo holístico. Si quieres conocer cómo funciona este tipo de coaching o si quieres indagar si es algo que funcionaría para ti, agenda un llamada exploratoria gratuita en este enlace.