Hace algunos años un gran jefe que tuve convocó a mi equipo a una reunión regional de mercadeo en Córdoba, Argentina. Estuvimos toda una semana apartados del día a día para dedicarnos a generar ideas y proyectos para el siguiente año. Una mañana, al llegar el lobby del hotel, nos encontramos con un camión lleno de bicicletas. Para mi horror, el plan era irnos al lugar de reuniones en bici, recorriendo, lo que calculo a groso modo, unos cinco kilómetros. ¿Y por qué digo para mi HORROR? Pues porque yo no se montar bici, nunca aprendí, ¡y les tengo pánico!
A mi jefe de aquella época poco le importó mi inhabilidad para montar bicicleta, y hasta creo que le gustó verme la cara de terror, pues encontró de esa forma una gran oportunidad para sacarme de mi zona de confort.
¿Y saben qué estuvo aplicando toda esa semana mi jefe alemán en aquella maravillosa reunión creativa? Pues Design Thinking, ¡claro está! Y es que el Design Thinking busca llevarnos a una mentalidad de crecimiento, invitándonos a pensar que sí podemos, que podemos aprender de los errores y que, si nos caemos, podemos levantarnos (cosa que me pasó muchas veces, jajajaja…).
¿Qué otras ventajas tiene, a nivel personal y de negocios, conocer y aplicar la metodología del Design Thinking? Aquí te detallo cuatro motivos por los que deberías comenzar a usarla hoy mismo:
El usuario es el centro de todo
La empatía es algo muy importante en el Design Thinking pues es la que nos ayuda a conectar con el usuario final para saber cuál puede ser su necesidad. A través de la metodología re aprendes a empatizar, haciéndote las preguntas correctas que te llevan a conocer los miedos y deseos de tu cliente meta.
Trabajo en equipo
El Design Thinking nos invita a la colaboración radical. Contando con diferentes profesionales que puedan dar sus diversos puntos de vista sobre el problema a resolver, se pueden alcanzar soluciones más creativas. Da igual que el equipo sea pequeño o grande, la diversidad de puntos de vista es lo fundamental para poder dar respuesta a las necesidades de usuarios muy diversos.
La innovación es posible
Manteniendo al usuario como centro del desarrollo el equipo se puede trabajar en la búsqueda de soluciones novedosas y que al mismo tiempo respondan a las necesidades de ese usuario. Al trabajar en grupo, las ideas innovadoras pueden surgir de forma más sencilla para después buscar entre ellas la más viable de todas, acorde al producto o servicio que se ofrece.
Probar es esencial
Como en toda producción las pruebas son fundamentales. Realizando pruebas desde prácticamente el principio de la producción se puede comprobar si las ideas que se están desarrollando son buenas desde muy temprano, y ser descartadas rápidamente.
La metodología del Design Thinking es sin duda una de las metodologías ágiles más útiles para aplicar en tu empresa si tu objetivo es llegar al posible usuario de tu producto de forma innovadora. Si quieres agilizar tu producción y dar respuestas acertadas a las necesidades de tus futuros clientes no lo dudes y comienza a utilizarla.
Y si quieres conocerla más a fondo, acompáñame en mi próximo taller práctico este sábado 17 de agosto a partir de las 8:30am y hasta las 12:30pm en Panama Design Center en Obarrio. Regístrate en este enlace para enviarte todos los detalles.
Y si por si acaso te lo preguntas, sí traté de montar bici durante algunos minutos, luego fui muy creativa buscando que alguien me llevase a la reunión en auto…jajaja.