Si me has leído por acá, o si me sigues en Instagram, seguramente ya sabes que soy paracaidista. Hice mi primer salto a los 18 años y a la fecha tengo acumulados más de 500 saltos de aviones, helicópteros y globos de aire caliente. Durante años frecuentaba mi zona de saltos cada fin de semana, por lo que siempre conocía personas que iban por primera vez a hacer un salto en paracaídas. Estas personas llegaban con una combinación de entusiasmo y miedo; deseosos de realizar su salto y experimentar la sensación de caer a más de 200km/h. Muchos habían estado planificando su salto por meses, otros iban impulsados por algún evento o para celebrar algo. Todos, al día de hoy, me hacen mucho eco del proceso de emprender o darle vida a una idea.

Emprender e innovar es como saltar de un avión: sientes esa combinación de miedo y entusiasmo que te anima y te frena a la vez. Te preparas, haces preguntas, te subes al avión lleno de temor pero con esa anticipación que te provoca cosquilleos en la barriga, se abre la puerta del avión, sientes el viento soplando en tu cara y…. ¡SALTAS! Vas cayendo y la velocidad va incrementando, ves el suelo cada vez más grande, el corazón se acelera y de momento… PAZ. Se abre el paracaídas y te desplazas suavemente en medio del cielo, en el lugar donde viven tus sueños. Tocas las nubes y sientes como la adrenalina va llenando tu cuerpo de una sensación de bienestar incomparable. Se te dilatan las pupilas y logras ver todo más claro.

Así es emprender, pero a veces -como sucede en la zona de saltos- hay gente que se monta al avión y luego no se atreve a saltar: el miedo las paraliza. Hay personas que llegan a la zona de saltos y ni siquiera se atreven a montarse en el avión. ¿Qué los paraliza? El miedo a lo desconocido. Y eso es normal; ¡el miedo nos ayuda a mantenernos vivos! Pero también nos puede detener y quitarnos vida, paralizándonos y matando con él nuestros sueños.

Si me permites la recomendación, te sugiero lo siguiente: prepárate para vivir tu sueño, asegúrate de haber tomado las previsiones posibles, sube al avión y salta. Lánzate con tus ideas y vívelas.  No dejes que el miedo te robe la sensación de triunfar y vivir aquello que quieres. ¡¿Qué esperas!?

Si necesitas ayuda en el proceso de aterrizar tus ideas, puedo ayudarte a través de mis servicios de coaching creativo utilizando el Design Thinking. Aprende más aquí.

¡A saltar!

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