Una ex compañera de trabajo y amiga, a la que a menudo recurro por su maravillosa habilidad para redactar y crear contenido, solía tener más de una docena de juguetes en su escritorio de la oficina. La variedad incluía peluches pequeños, figuritas coleccionables, carritos de juguete, bolas de estrés y piezas de legos, entre otros. Había de todo en aquel escritorio y era muy divertido ver a nuestros compañeros pasar por su espacio para jugar un rato. Para aquel entonces, como ahora, ambas teníamos un trabajo que requería creatividad constante y estar rodeadas de cosas divertidas nos ayudaba a mantener un ambiente relajado lo que, por consiguiente, activaba nuestra imaginación.

Múltiples estudios señalan que el juego y la diversión tienen gran poder sobre nuestra capacidad creativa. Y es que el juego es más que importante para la creatividad, ¡es necesario! Sin una actitud dispuesta al juego y la diversión, las ideas creativas se ocultan detrás del miedo, la incertidumbre, la inseguridad y el ‘qué dirán’. Cuando no nos embarcamos en actividades que involucran el juego, la creatividad se vuelve desafiante.

¿Y cómo podemos incorporar el juego y la diversión a nuestro día a día, en nuestro ambiente de trabajo? Muy fácil, tomando en cuenta los cuatro pilares del juego: espacios abiertos, herramientas flexibles, reglas modificables y superpoderes. Ya te explico.

  1. Espacios abiertos: aprendamos de los niños que salen a jugar a los parques, a enlodarse, a correr y a divertirse. Estar en espacios abiertos y salir de la oficina, nos ayuda no solo a encontrar nueva inspiración, ¡también es muy saludable!
  2. Herramientas flexibles: ¿de qué otra forma te puede servir tu computadora, tu cuaderno de apuntes, tu celular? Buscarles usos múltiples a las herramientas de a diario es un ejercicio creativo muy productivo que entrenar el cerebro a pensar de forma distinta y activar la imaginación. Por eso los niños se divierten tanto usando sus cepillos de dientes como micrófonos.
  3. Reglas modificables: no se trata de romper las reglas, sino de desafiarlas y darles la vuelta, haciéndolas trabajar a nuestro favor. Vivir con parámetros inflexibles nos hace inmóviles y limita nuestra creatividad. La próxima vez que te sientas limitado creativamente por una regla o una ‘forma establecida de hacer las cosas’, rétala y trata de hacerlo de forma diferente.
  4. Superpoderes: los superpoderes son las habilidades físicas y mentales que debemos desarrollar para adaptarnos y prosperar en un mundo complejo, mientras exploramos nuestras oportunidades creativas. Si eres muy inseguro e introvertido, jugar a tener el superpoder de la confianza te ayuda a explorar las posibilidades de lo que pudieses hacer si no tuvieses la inseguridad como limitante.

Entonces, ¿te animas a jugar en la oficina? ¿Incorporarías el juego a tus procesos de brainstorming y tus reuniones? Si no sabes cómo hacerlo avísame y te ayudo. A través de mis servicios de coaching y de moderación de sesiones de brainstorming puedo ayudarte a incorporar el juego y la diversión de forma productiva e innovadora. ¿Lo hacemos? ¡Vamos!

 

Leave a Reply